En este post voy a hablaros de las ventajas experimentadas por el hecho de vivir en una casa domótica. Y es que las nuevas tecnologías se aplican cada vez más a nuestro espacio más personal e íntimo: nuestra casa. La expansión de las nuevas aplicaciones digitales es imparable. Hace tiempo que llegaron a nuestras vidas para mejorar nuestro día a día profesional. Y progresivamente han ido expandiéndose hacia nuevos espacios y ámbitos.
Tomando como referencia la definición de domótica que aporta la Asociación Española de Domótica e Inmótica –conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, que permite una gestión eficiente del uso de la energía, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema– salta a la vista que la domótica es un sistema contemporáneo que nos permite controlar y automatizar inteligentemente nuestras viviendas, mejorando nuestra calidad de vida experimentada no sólo en el interior de nuestras casas sino también en nuestro entorno más cercano, incluso en la lejanía.
La domótica supone la transformación de los espacios y también de nuestro entorno, en tanto en cuanto maximiza el confort, seguridad y ahorro energético de nuestros hogares, y gestiona eficientemente los recursos a través de las tecnologías más vanguardistas. Así, gracias a la integración de las nuevas tecnologías en el diseño inteligente de los hogares que construimos hoy en día, somos capaces de controlar de forma eficiente el uso de la energía, así como incrementar la seguridad y el bienestar de nuestros hogares. Y es que la domótica integra numerosos servicios como la gestión y el ahorro energético, la climatización controlada de nuestra casa, así como la administración de la seguridad, el control de accesos, el confort y bienestar gracias a una comunicación ubicua y constante del usuario con el sistema.
La domótica permite que las casas funcionen por sí mismas. De esta manera podemos, por ejemplo, controlar toldos y persianas eléctricas desde cualquier lugar y en todo momento, racionalizar las cargas eléctricas y estudiar concienzudamente las tarifas energéticas para poner en funcionamiento determinados aparatos y electrodomésticos cuando la tarifa eléctrica sea más reducida. Todo esto, afortunadamente, supone un ahorro de costes considerable.
Por otra parte, la domótica conecta e integra nuestro teléfono móvil con el videoportero, el telefonillo y el televisor de nuestra casa, de forma que además podemos ver las visitas que recibimos, aun cuando no estamos en nuestra casa. Se trata de un control vía internet y WiFi que permite además una gestión integral multimedia de todo el tiempo que dedicamos a nuestro ocio electrónico (visualización de películas, documentales, eventos deportivos, videojuegos…).
Personalmente destaco el servicio de seguridad y control remoto que a través de la instalación de alarmas de detección previene la presencia y cercanía de personas extrañas a nuestros hogares. Y es que ya sabemos que la previsión debe ser nuestra estrategia, especialmente cuando desconocemos la identidad de las personas que se aproximan a nuestras viviendas. Así, las cámaras IP, también conocidas como videocámaras de vigilancia, son capaces de enviar señales de vídeo y audio en directo a cualquier lugar del mundo a través de la teleasistencia. De esta forma, la tecnología hace las funciones de vigilante y protector.
Además, la domótica permite detectar fenómenos anómalos (incendios, calor, humo, gas, escapes de agua, monóxido de carbono en garajes) de forma que al identificarlos el sistema se conecta automáticamente a las distintas alarmas de la casa, poniendo en alerta no sólo a los propietarios –independientemente del lugar donde se encuentren–, sino también a las compañías aseguradoras y vecinos, de forma que puedan acudir al lugar los efectivos necesarios para salvaguardar la integridad del domicilio y sus ocupantes.
Además, la domótica brinda servicios de alertas médicas y de teleasistencia en caso de que el usuario padezca una indisposición que le impida, por ejemplo, llamar por teléfono a sus familiares. De forma, este es un servicio especialmente interesante para personas con cierto grado de discapacidad o con limitaciones funcionales.
En suma, estamos ante un conjunto de ventajas cualitativas que gracias a las nuevas tecnologías ofrecen un servicio integral, funcional, eficaz, seguro, flexible y ubicuo, capaz de controlar interna y externamente nuestras viviendas desde teléfonos móviles, ordenadores, tablets y mandos inalámbricos. No obstante, cada vez más se aplican a otros sectores que van más allá del inmobiliario como son la agricultura y el deporte, usos que os daré a conocer en próximas entradas.
Por último, espero y confío en que la estandarización de estos ventajosos sistemas permitan ir minorando progresivamente los costes de su implantación, hasta el punto de que sean accesibles cada vez a un mayor número de familias y empresas.
Para más información, os sugiero que contactéis con mis compañeros y amigos Carlos Gras (cgras@futuretein.com) y Ger De Sadeleer (gsadeleer@futuretein.com) de Future Technologies, una empresa especializada en domótica e inmótica.
Muy interesante y perfectamente explicado. La tecnologia evoluciona mucho mas rapido que el ser humano y se propaga cada dia mas a todos los rincones de la vida: trabajo, vehiculo, vivienda… y hasta tu que estas leyendo estas lineas lo haces usando tecnologia.
Hemos de estar expectantes ante el futuro, cercano, que nos aguarda.